Si me preguntas por qué,
Podría mencionarte tantas cosas:
Tu cabello, tus ojos, tus labios, tu sonrisa y tu risa.
Podría continuar mencionando tus brazos, tus manos
Esas manos que sólo en un par de ocasiones he tocado de una manera especial.
Podría decir que es tu nobleza, tu inteligencia, tu fortaleza,
sin dejar de lado tu optimismo, tu virilidad.
Podría decir que es todo tu cuerpo, todo lo que se ve, y todo aquello que escapa de mi vista.
Puedo decir que es todo y nada a la vez.
Si me preguntas por qué,
Mis palabras se quedan más que cortas.
A final de cuentas así es el amor,
Sin explicaciones, sin complicaciones, sin ataduras.
Si me preguntas por qué,
Te diré que porque TE AMO…
Pensé que el tiempo sería mi aliado para olvidarte,
Que me ayudaría a verte como tú quieres que te vea,
Que me haría olvidar este sentimiento tan profundo que siento.
Pensé que la distancia sería buena amiga en tu ausencia,
Que lograría estar tranquilo sin ti,
Que podría seguir adelante sin ti.
Pero la puta realidad es que eres tan parte de mi, más allá de un capricho o una obsesión.
Eres, sin dudarlo un segundo, el segundo hombre al que más he amado.
El hombre al que amo tanto, a quien dedico mis plegarias, a quien daría mi vida, con quien tanto deseo estar.
Y sin embargo, sigo aquí, como el amigo incondicional, que se preocupa tanto
Mientras por dentro me desgarro por darte un beso, un abrazo, algo que me haga sentir que soy más para ti.
Sigo aquí, sin atreverme a alejarme completamente, porque me importas tanto.
Sigo aquí, sin dar final a mi sufrimiento, albergando la estúpida esperanza de lograr más.
Sigo aquí, sin poder darme oportunidad con nadie más, porque con nadie más quiero estar como contigo.
Roberto Torres